Los trabajos han constado de dos partes: la ornamentación pictórica a cargo del pintor sevillano Miguel Ángel González Romero, y la intervención del retablo por parte del escultor, imaginero y dorador Jesús Manuel Romero Hernández, del municipio sevillano de Castilblanco de los Arroyos, ambos pertenecientes al grupo sevillano Campa, que han sido los coordinadores de ambas obras.